1. Nacida en Arizona, Estados Unidos, la joven Emma Stone –le debe su nombre artístico a su fanatismo por una de los grupos musicales femeninos más famosos de los 90´s, pero su nombre real es Emily Jean Stone. Sin embargo, cuando se registró en el Sindicato de Actores se encontró con que Emily Stone ya estaba inscrito, por lo que decidió cambiarse a un pseudónimo. ¿Y el origen de Emma? Data de su época escolar y es por su gran admiración desde entonces por las Spice Girls, especialmente Emma Bunton (Baby Spice), a quien pudo conocer cara a cara en uno de los conciertos de reunión durante el 2019.
2. Con apenas siete años comenzó a tener ataques de pánico. Frente a esto, sus padres decidieron enviarla a terapia y a clases de teatro para que canalizara su ansiedad. Y sí que esta decisión cambiaría su vida para siempre, ya que a los 15 años tenía clarísimo que la actuación sería su destino. No halló una mejor manera de contárselo a sus padres que armar una presentación en Power Point que tituló -apropiadamente- “Proyecto Hollywood”, donde, con la canción Hollywood de Madonna de fondo, le presentó a sus padres el ejemplo de distintos famosos que habían hecho lo mismo que ella quería. Y bueno, le funcionó, ya que, como acto seguido, se fue a vivir a Los Ángeles para probar suerte en los escenarios.
3. Sus comienzos fueron bastante duros y complicados, de hecho, algo parecido al de su personaje en La La Land, es decir casting sin suerte. Pero siguió intentándolo, y en 2007 debutó en el cine como parte de Superbad, la película protagonizada Jonah Hill y Michael Cera. Y bueno, el resto es historia; historia bonita.
4. Es gran amiga de Taylor Swift pero en la industria del cine guarda gran complicidad fraternal con Jennifer Lawrence, con quien además de su gran amor por la actuación, comparte el talento. Y es que ambas lograron el Oscar como Mejor Actriz a una temprana edad.